Los vecinos de Clooney, en el sur de Inglaterra, se han
quejado varias veces por las obras de
remodelación que se efectúan en la del actor George Clooney y su mujer, Amal,
han comprado en esta localidad y afirman que el ruido está arruinando toda la
tranquilidad del lugar.
Según informa hoy el diario “The Daily Telegraph”, la pareja
ha encargado la construcción de una nueva piscina, una bañera de hidromasaje,
pistas de tenis y un cine privado para doce personas.
Los vecinos no han ocultado su malestar por todo el tiempo
que están durando las obras y afirman que los andamios son antiestéticos, los
camiones que llevan el material arruinan la tranquilidad del lugar y los albañiles
hacen demasiado ruido.
Los residentes, agrega el rotativo, ya habían presentado una
queja al ayuntamiento del distrito de Oxfordshire, donde está Sonning, por los
planes para colocar varias cámaras de circuito cerrado de seguridad que miraban
hacia varias zonas, algo que en opinión de los vecinos invade su intimidad.
“Creo que el trabajo de construcción es malo y me estoy comenzando
a volver loca”, expreso unas de las vecinas, que prefirió el anonimato, al
diario.
Otro residente afirmó que la paz en la localidad, por donde
pasa el río Támesis, está “totalmente destrozada” por las obras. “Los
trabajadores están siempre gritando cuando la gente trata de disfrutar de una
caminata a lo largo del río”, agregó.
La pareja, que se casó hace un año en la ciudad italiana de
Venecia, compró dicha casa, valorada en unos 13 millones de euros, después de
la boda.
La mansión, del siglo XVII y conocida como Aberlash House,
ya dispone, entre otras cosas, de un gimnasio, una biblioteca, un estudio, una
bodega y una caseta para guardar botes.
Pero George y Amal Clooney, de 54 y 37 años,
respectivamente, están instalando la nueva piscina, de unos 18 metros de largo,
una pérgola y una sauna en el lugar donde está la caseta.
La británica Amal Clooney es una destacada abogada
especializada en derechos humanos y también es conocida por haber asesorado al
Gobierno griego sobre su reclamación de los frisios del Partenón, en poder del
Museo Británico, en Londres.
0 comentarios:
Publicar un comentario